El pasado 25 de Mayo se han cumplido 40 años de la publicación de "Tubular Bells", primer disco de Mike Oldfield a la temprana edad de 20 años. Es difícil hacer una retrospectiva cuando uno no ha vivido los hechos de aquella época, pero en estos tiempos tan difíciles que vivimos podemos llegar a hacernos una idea de lo que pudo vivir un joven Olfield en 1973. Hablemos de aquel tiempo:
Mike Oldfield era un joven muy introvertido que tocaba la guitarra y hacía conciertos en locales muy pequeños. A los 17 años empezó a hilar varias ideas musicales en su cerebro (lo que posteriormente sería "Tubular Bells"), aislándose aún más de su entorno. Fue rechazado en bastantes discográficas, puesto que su disco parecía una locura: completamente instrumental, dividido en dos partes de veintipico minutos cada una y con demasiados instrumentos para grabar (recordad que hablamos de los 70, la tecnología de grabación en aquella época era bastante arcaica). En definitiva, era casi imposible que en aquella época en que las canciones eran bastante cortas y sobre todo con letra, alguien se interesase por su proyecto. Hasta que apareció el conocido Richard Branson, que por aquel entonces tenía pensado montar una discográfica con un par de socios. Escuchó la maqueta del joven Oldfield y le gustó. Apostó por Oldfield y juntos publicaron "Tubular Bells", siendo el primer disco editado por la famosa "Virgin Records". Pronto el álbum se colocó en las listas de grandes éxitos, manteniéndose en estas listas la friolera cifra de 279 semanas seguidas y vendiendo 16 millones de copias del mismo (como comprenderéis, las otras compañías que le habían rechazado se tiraban de los pelos). Ambos, Mike Oldfield y Richard Branson se hicieron multimillonarios con su primer disco, lo cual propició que Oldfield se aislara del mundo en su casa/estudio situada en una colina de Herefordshire, donde grabó su segundo disco Hergest Ridge. Todos sabemos que parte del éxito cosechado por "Tubular Bells" se debe a la película "El Exorcista", adaptación de William Friedkin de la novela de William Peter Blatty, y cuyo extracto del disco fue usado sin el permiso de Oldfield. Como decíamos en la anterior entrada, ambas obras de arte, película y canción, estarán ligadas para siempre en una especie de simbiosis para lo que yo creo que es un beneficio mutuo: "Tubular Bells" consiguió parte de su éxito gracias a la película y "El Exorcista" vió como el extracto inicial del disco creaba una atmósfera irrepetible en la historia del cine.
40 años son muchos años, pero la calidad del disco se mantiene intacta con el paso del tiempo. Como decíamos al principio de la entrada, en estos tiempos que vivimos, más o menos nos podemos hacer una idea de lo que vivió Mike en su época, cuando nadie da nada por tí. Solo la gente que cree en sí mismo y es constante y trabajadora al final obtiene su recompensa. A Oldfield le funcionó, ¿y a tí?